martes, 24 de mayo de 2011

historia ficticia

Historia de mi amistad con don Nicolás Bravo

En los años de de mi juventud trabaje en la hacienda de Chichihualco ahí en Chilpancingo Guerrero, yo venía de una familia muy humilde, pero gracias a la generosidad de don Leonardo Bravo y a mi amistad de niñez con Nicolás Bravo obtuve el trabajo para la familia  que era dueña de la hacienda, mi cercanía a Nicolás hizo que participara con él en el movimiento insurgente, pues él siguió los pasos de su padre y su hermano y comenzó su carrera militar; y yo por la gran amistad y admiración que le tenía, me uní al ejercito insurgente con él, bajo las ordenes de Don Hermenegildo Galeana, después de un tiempo nos separamos por ordenes de Galeana y él se fue ganando la confianza de Morelos hasta que lo mantuvo como su brazo derecho, pero mi gran amigo no se olvido de mí y me hizo llegar una carta donde me pedía que me incorporara al batallón que comandaba junto a Don José María Morelos era tal mi agradecimiento a la familia Bravo y en particular a Nicolás Bravo, que no dude en un solo momento y tome el primer tren hacia donde estaba el batallón.
A los dos días de haberme incorporado a su batallón nos enfrentamos al ejército enemigo donde logramos la victoria, y justamente en esa victoria es donde tengo uno de mis más gratos recuerdos de ese movimiento que nos dio libertad, estaba en mi trinchera cuando un soldado enemigo salió de la nada a mis espaldas para matarme y mi amigo Nicolás acciono primero su arma para salvarme la vida y matar a el que se convertiría en mi verdugo, después  capturamos a 300 prisioneros españoles y los encerramos en el calabozo, todo era felicidad por la victoria y por recuperar la ciudad que tenían bajo su mando los españoles, pero la alegría se esfumo a la mañana siguiente cuando llego una carta donde nos decían que Don Leonardo Bravo había sido ejecutado en la ciudad de México, en ese momento don José María Morelos y Pavón mando a sacar a los prisioneros para fusilarlos como represalia por la ejecución de don Leonardo y fue en ese momento que mi admiración por Nicolás Bravo creció de manera  enorme, por que lejos de

tener sed de venganza por la muerte de su padre, ordeno la liberación de los prisioneros y ellos mismos al ver la gran acción de nobleza por parte de Nicolás bravo la gran mayoría opto por quedarse a combatir a su lado, por eso lo conocen hasta el día de hoy como guerrero valeroso y magnánimo con el enemigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario